domingo, 21 de diciembre de 2014

Enseñanza - Aprendizaje: Tres patas necesarias para el equilibrio

 Últimamente me rondan en la cabeza situaciones que me son imposibles de manejar, y situaciones que me provocan cierto malestar... 
 Y es que cuando -en mi formación como docente- hablábamos de la manera de lograr esto de "enseñanza-aprendizaje" siempre había más de un actor. El docente nunca estaba solo. La acción del alumno también es importante. Y el acompañamiento de la familia, fundamental. 
 No por nada el dicho reza "La educación empieza por casa" 
 Mas resulta que a partir de la LEN (nuestra nueva Ley de Educación Nacional), el docente es responsable de todo. Sí, de TODO. Si al alumno no le gusta la materia, el docente tiene que arbitrar los medios para que ésto no suceda. Si el alumno no quiere estudiar, el docente es el que no sabe como persuadirlo para que sí lo haga. Si el alumnos tiene mal comportamiento en la clase, es agresivo, es irrespetuoso, seguro que es responsabilidad del docente... ¿No es mucho? 
 Y me surgen varias preguntas... Si la secundaria es obligatoria por ser la educación un derecho, acaso el alumno, y por ende su familia, ¿no deberían ser voluntades en pro de este objetivo? ¿Por qué se empecinan en que el docente es el que debe hacer todo y ellos ser meros espectadores de su educación? 
 Algunos dirán que es nuestra vocación... sí, pero esto no implica hacernos cargo de absolutamente todo.
 Mediadores entre el conocimiento y el alumno quedó como una frase hecha que a nadie le interesa. Ahora debemos contener, vigilar, concientizar... y si nos queda tiempo, enseñar...